domingo, 3 de mayo de 2015

Fiesta del cine, crisis económica y valores



Para muchos la fiesta del cine es el momento perfecto e ideal para ir al cine. El momento en que la economía es sostenible y no supone ningún estrago económico. Para mi es la peor de las opciones, el motivo es simple, colas kilométricas y la mala educación elevada a la enésima potencia.

Creo que el séptimo arte está denostado, que las apuestas en las salas van en una línea comercial. Es el reflejo de una sociedad decadente, que tiene la cultura en un segundo plano. Y que con tan sólo un click puede llevar al más absoluto ostracismo la mejor de las obras. Falta una ley que regule, que beneficie a usuarios y distribuidores. No es tarea fácil, pero es cuestión de consenso.

Hablamos mucho de la crisis económica, pero el egoísmo, la avaricia,la competitividad entre unos y otros nos lleva muchas veces al declive personal y a la destrucción de la esencia de un país.

El IVA hundió más el sector como los préstamos personales a los que accedía todo el mundo como si de churros con chocolate se tratará.
Quiero una sociedad que integre y defienda la cultura como si de un puntal de una casa se tratará, ya que es la base de un país.
Todos hemos tenido esa triste sensación de visitar una sala de cine con una película profunda y nos hemos encontrado con cuatro gatos. Parece que la gente no quiera pensar, no quiera cuestionarse o simplemente no quiera avanzar hacia un mundo mejor. Envueltos en una burbuja de falsa felicidad dónde la casa y el coche sirven como sustituto del crecimiento personal y del enriquecimiento cultural. La "caja tonta" hace el resto, con un entretenimiento de quita y pon, risas de segundos para momentos simples.
Hay libros que esconden historias maravillosas, hay películas que como decía Jose Luis Cuerda son " una ventana abierta a los sentimientos". Hay en mi país gente que lucha por el cambio, por crear un mundo donde la cultura alimenta la mente y crea personas libres de pensamiento, obra y religión.

Por eso sin acritud os digo, despertad y salid de vuestra zona de confort, abrid la mente a nuevos horizontes, romper con las reglas establecidas y crear con pequeños pasos, grandes caminos. Sólo hay una pega, debes dejar de mirar a tu alrededor y preocuparte sólo por lo que tú haces, sin esperar nada a cambio. Sólo debes poseer  inquietud y voluntad.

Reflexiones profundas al margen, la fiesta del cine es una inyección para un enfermo de intelecto, es una isla desierta en un mar de frentes abiertos. Pero no seré yo quien lo cuestione, eso si permitidme hacerlo " a mi manera", sin ruidos que rompan la magia del cine, sólo la pantalla y yo y unos fotogramas que llenan mis ojos de una felicidad infinita. Hasta que eso no llegue, seguiré montando mi "fiesta" particular.



1 comentario:

  1. A mí lo de las palomitas en el cine me parece una falta de respeto. El problema es que los cines de verdad han desaparecido y los cinéfilos se tienen que mezclar con los que, paseando por el centro comercial, se metieron en el cine como se podían haber metido en la bolera. Pd.: me encanta el blog.

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