sábado, 18 de octubre de 2014

MADE IN USA:La mecánica del corazón







La mecánica del corazón: el "sur-realismo mágico" tiene acento francés

Leí "La mécanique du coeur" de Mathias Malzieu hace 6 años si no recuerdo mal y fue tal la emoción que este libro despertó en mí que desde entonces he estado esperando que se estrenase la película para ver si comprometía o superaba la novela. Todos sabemos que normalmente suele ser más de lo primero y menos de lo segundo. Pero en este caso la dirección parecía que iba a correr a cargo de Luc Besson, lo cual ya de entrada parecía una garantía de cierta calidad. Y la banda sonora estaba ya hecha y a disposición de todos pues, como es costumbre en Malzieu, después de escribir cada uno de sus libros se encierra en el estudio con su banda Dyonisos a componer la música que su propia historia le ha inspirado. Y en este caso contó con la colaboración de Olivia Ruiz, figura destacada de la escena del pop francés y clara influencia en la caracterización del personaje femenino de la película.

La película se estrena finalmente este viernes. No ha sido Luc Besson su artífice (demasiado ocupado con "Lucy") sino que la dirección ha corrido finalmente a cargo del inexperto Stéphane Berla, acompañado en el proceso del propio Malzieu, que de esta manera se ha asegurado de supervisar hasta el más mínimo detalle su proyecto más mimado y personal.

La atmósfera en la que nos hunde la película es tan onírica que uno se pregunta si está viendo la última obra de Tim Burton, asomándose a un cuadro de Dalí, leyendo un pasaje de Gabriel García Márquez o disfrutando con la última serie de la HBO.


El personaje principal, Jack, es el prototipo romántico y gótico de un joven que sufre por amor: pálido y enfermo pero resuelto a dejarlo todo por su enamorada. Si fuese mujer, podría ser una de las heroínas de las británicas hermanas Brönte. Pero es varón, está claramente inspirado en los rasgos físicos de su propio creador y podría perfectamente tratarse de una encarnación de Gustavo Adolfo Bécquer a juzgar por su intensidad sentimental.

Resultan estimulantes las referencias al momento histórico en el que sus creadores quieren emplazar el relato y en este sentido es curioso ver a Jack el Destripador persiguiendo al otro Jack en uno de los momentos más surrealistas de la película o comprobar cómo es Georges Mélies, padre del cine francés, quien va guiando al joven desvalido en su conquista amorosa a lo largo de algunas tomas que tienen un parecido asombroso con "Hugo", la película que hace X años rodó Martin Scorsese para rendir tributo a los orígenes del cine.

La película va desplegándose como un caleidoscopio de colores alucinógenos, una caja de sonidos mágicos, un cofre de aromas tibios, una paleta de sabores prohibidos, hasta llegar a un clímax perfectamente construido en el que la emoción se desborda y entre esfuerzos para aligerar el nudo que tengo en la garganta me digo a mí mismo que, en este caso, la película ha llegado incluso más lejos de lo que llegó el libro.

Como siempre, algunos pensarán que ésta es una película para niños porque ha sido contada mediante personajes animados. Pero quienes sepan ver más allá descubrirán una de las historias de amor más hermosas que se han contado en el cine en los últimos años



1 comentario:

  1. Hola Natalia;
    Ante todo, muchas gracias por tu interés, he propuesto mi blog para formar parte de vuestro proyecto,me parece muy interesante. Ya hago colaboraciones para una revista digital de Chile y todo lo que sea formar parte de iniciativas interesantes, me parece perfecto. Tienes mi correo para ponerte en contacto conmigo y empezar en cuanto aceptéis mi post. Un saludo.

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